Sin ánimos de contradecir a su productor, el reconocido Gordon Raphael (realizó la misma tarea para The Strokes), quien dijo que representa el futuro de la música rock, Rocco Posca está convencido de que lo suyo es puro presente. “El futuro no tiene manera de existir, es un presente constante, porque está sucediendo
ahora. Fervor es hoy, el presente dentro de unos días serán nuevas canciones”, le dice a Convivimos con soltura.
Tiene 19 años y este es su segundo disco, el cual, a pesar de la juventud de su creador, no posee restricciones de edad para la escucha. “Para este trabajo tengo un poco más de vida, con otros tipos de vivencias, otras cosas y modos para decir”. Su intención es ofrecer una propuesta novedosa: “Sin embargo, no pretendo
traer algo nuevo al rock, es un género que está muy hecho. No quiero proponer un acorde nuevo, sino que traigo una vibración que es la mía y teniendo en cuenta que cada ser es único e irrepetible, entonces lo que hago es algo propio, a mi manera. Así entendido, el arte es eterno”, aclara.
En la portada de su reciente álbum se lo puede ver dando un paso al vacío y asegura que así es su día a día. “Estoy constantemente dirigiéndome a ese lugar donde parece que no hay nada, pero luego está todo. Si no, es muy aburrido vivir. Al seguir el camino se torna todo demasiado obvio, me gusta hacer mi propia huella”.
¿Un disco que estés escuchando?
Ripples, de Ian Brow.
¿Uno que recomiendes?
Boarding House Reach, de Jack White.
*Publicada en revista Convivimos, abril 2019.