“Nuestra profesión es retratar la vida, y de la vida, uno nunca se recibe. Mi crecimiento personal nutre a mi actriz inevitable-mente”, cuenta Thelma Fardín, feliz por su primera temporada en Mar del Plata como parte del elenco de la obra Fuera de línea. Dice que su personaje es muy diferente a ella, porque “va por la periferia de las cosas, aun no tocó emociones profundas, está en la superficie de su personalidad, queriendo encajar sí o sí”.
Pez en el agua dentro de la comedia televisiva, el subirse a es-cena con una pieza que invita a la reflexión en tono de humor le agregó desafíos. “Es la primera vez que hago comedia en teatro, nunca le había puesto el cuerpo a una obra que explícitamente se propone entretener”. A pesar de la adrenalina que le genera tener que encender la risa del público, piensa que la división entre drama y comedia caducó.
Cuenta que el teatro es su pasión y un refugio artístico al que regresa “a indagar en la profesión desde otro lugar”, para encontrarse con sus “limitaciones y poder fortalecerlas”. Finalmente asegura: “Me fascina la preparación para llegar al estreno, y en ese instante, ya se convierte en otra cosa. A medida que pasan las funciones, vas encontrando otros elementos, el material no se agota nunca”.

¿La última obra que viste?

Después de Casa de muñecas, de Lucas Hnath.

¿Una que recomiendes?

Te quiero hasta la luna, de Matías Puricelli.

*Publicado en revista Convivimos. Febrero 2020.