La experiencia de Bernardo Baraj con el tango es completa. Lo baila, lo toca y lo canta. Tu alegre corazón es su segundo disco solista dentro del género y en el cual dice haber crecido como cantante. “Me queda bien el traje de cantor, me siento cómodo y lo disfruto mucho. Si bien hace años que vengo haciendo tango, es algo nuevo para mí después de tantos años como instrumentista. Sigue siendo investigación, prueba y error. Es un lugar atractivo, un espacio expresivo que mis instrumentos de viento no me otorgaban; te da la palabra, parte tan importante en las canciones”, reflexiona el saxofonista y flautista.
Asegura que hay nuevas producciones en el género, pero que no tiene difusión. “Es una pena, porque hay cosas valiosas para escuchar. El tiempo dirá cuáles perduran y cuáles no”, dice el integrante del mítico grupo Alma y vida. Si hubiera compuesto “Tu alegre corazón” en la década del 40, le hubiera gustado que la orquesta de Osvaldo Pugliese la tocara.
Con más de 50 años de trayectoria, su nombre se ha destacado en el jazz, el rock y el folklore. “Siempre hubo libertad en mi elección. Hice lo que me dio la gana, consecuente con mi deseo. En todo momento estuve cómodo y feliz de participar de cosas distintas. Si bien es cierto que los géneros existen, también es cierto
que la música es una sola. En todo caso, tengo la ductilidad de participar de cada uno desde lugares genuinos”.
¿El último disco que escuchaste?
Cosas sueltas, de Anat Cohen, una clarinetista israelí.
¿Uno que recomiendes?
My Favorite Things, de John Coltrane.
*Publicado en revista Convivimos. Julio 2020.