Comprometido con su trabajo, le gusta reinventarse con cada canción. Sin giras por el momento, se concentra en sus nuevas composiciones y disfruta de los momentos cotidianos en familia.
Fotos Rubén Martín
No te despiertes, porque no amanece y la vida será horrible…”, dice Diego Torres cambiándole la letra a su reciente tema Amanece al iniciar la videollamada desde Miami. “No podría cantar nunca algo así”, aclara y se ríe. Al igual que en sus canciones, ritmo y buena onda recorren su vida y, también, la entrevista.
Cuenta que le importa tanto el contenido como la forma del mensaje, y para demostrarlo, toma la guitarra como aliada e improvisa para Convivimos dos versiones de Tratar de estar mejor. Una suena apagada. La otra, con más swing; se nota la diferencia y, pantallas de por medio, aparecen más sonrisas en la segunda. “Es frecuente en mí hablar de algo muy sentido de la vida, pero con una cadencia rítmica para que entre de otra manera. Es algo natural –asegura–, una necesidad que está en mi ADN a la hora de hacer música”.
Confiesa que el espíritu de lucha reflejado en sus canciones lo heredó de su madre, la también cantante y actriz Lolita Torres, mientras que de su padre, Lole Caccia, aprendió sobre el buen trato y el respeto.
Hace más de veinte años que no pasa varios meses seguidos en alguna de “las bases”, como les dice a sus hogares de Argentina o Estados Unidos. Subirse a un avión era una constante en su agenda y hasta bromea con que su pareja, Débora Bello, no está acostumbrada a verlo tanto por la casa. La pausa de las giras la hace en Miami, donde sigue componiendo y trabajando a distancia con sus colegas. El resto del tiempo lo disfruta con su hija, Nina, de siete años, y con sus tres perros; llamando a sus amigos y haciendo deporte.
En Amanece decís que es tiempo de ponernos a pensar, ¿qué reflexiones hiciste en tiempo de pandemia?
Es un tiempo para revisar cómo uno venía, cómo uno está, a dónde querés ir, qué cosas se pueden arreglar, cuáles dependen de vos y cuáles de otro. Me parece que este cambio de vida que generó la pandemia es una situación que no esperábamos, y todos nos tenemos que reinventar, reacomodar, ver cómo continúan nuestros trabajos y nuestra vida personal. Creo que quien se puede adaptar a los cambios, asimilarlos, es el que seguramente va a poder salir adelante. Cada uno tiene la posibilidad de hacer una mirada para adentro.
No es tu primera canción con un mensaje positivo. ¿Lo de optimista es una etiqueta o realmente sos así?
Vino por añadidura. Si podés generarle algo bueno a la gente con una canción, acompañar la vida de alguien, a veces en momentos complicados, es maravilloso. He escuchado historias de personas que en momentos difíciles se aferran a un tema. Tampoco soy un tipo que anda con el positivismo y libros de autoayuda. Más bien, soy argentino, soy porteño, soy tango, tengo mi nostalgia. También tengo canciones que reflejan pérdida, como la que le escribí a mamá cuando falleció. Lo que pasa es que siempre, consciente o inconscientemente, busqué esa mezcla en mis composiciones, que hablen de la vida, de las cosas que uno atraviesa, sean buenas o malas. Sí se nota el espíritu de lucha y el “de esto tenemos que aprender y seguir adelante”. Indudablemente, se advierte mi espíritu en mis canciones, soy un tipo con sentido del humor, guerrero y luchador.
“NO NEGOCIO EL COMPROMISO Y LA PASIÓN POR LO QUE HAGO, PORQUE SÉ QUE SON COSAS QUE ME VAN A ACOMPAÑAR SIEMPRE”.
Decís que estás menos “calentón” desde que sos padre, ¿qué cosas te enojan verdaderamente?
Soy un tipo con sentido del humor, me gusta la ironía, pero soy muy frontal y muy cabrón también. Si te tengo que decir algo, te lo voy a decir. Con el tiempo, obviamente uno va buscando los mecanismos para decirlo de la mejor forma, porque lo importante es llegar de una buena manera al otro. No me gusta la falta de respeto, no me gusta la desubicación, esas cosas básicas de la vida que para mí nunca cambiarán. Me gusta la gente que es íntegra, que es educada, que le importan los demás, que trata bien al otro, que está en los pequeños detalles del trato. Esas son las cosas importantes en la vida, y que si no están, te disgustan.
En el 2021 cumplís 50 años. ¿Eso te moviliza especialmente?
Si bien es un número, los 50 de ahora son diferentes a los de antes, y también depende del espíritu joven que tengas. Sobre todo, me parece que se trata de calidad de vida. Por ejemplo, siempre hice deporte, porque vi en la generación de mis viejos las arterias tapadas, la aterosclerosis, es una generación que no tuvo muchos cuidados, eran otros tiempos. Por eso, elijo cuidarme, hacer actividad física y tener calidad de vida, para seguir funcionando bien y poder trabajar. Los cantantes, como los deportistas, necesitamos que nuestro sistema respiratorio se encuentre óptimo para poder cantar. La edad no pega mal, al contrario, creo que es un buen momento donde se combina algo de juventud con un poco más de kilómetros recorridos, de experiencia vivida, que sirven para poder tomar las cosas desde otro lugar, con más paciencia, no reaccionar en caliente, hacer una pausa para pensar y resolver de la mejor manera.
Con más de 30 años de carrera, ¿qué cosas no negociás de la profesión?
Lógicamente tiene que haber un compromiso con lo que hacés, con lo que te gusta, con reinventarte manteniendo tu esencia, porque es una necesidad mía. Por ejemplo, en Amanece, suena un banjo de la música country folk dentro de otro contexto sonoro. Me encanta trabajar como músico y cantante con mi equipo, donde tengo que liderar y tomar decisiones, escuchar a los demás, porque tenemos un equipo de sonido, luces, músicos, producción. Me encanta bajarme y ser un empleado más cuando trabajo en una película o una serie, y estar a las órdenes de un director, porque es entrar en otros patrones de trabajo. Eso me da la sensación de que puedo ser empleador o empleado, que me puedo adaptar y acomodar perfectamente. Pero no negocio el compromiso y la pasión por lo que hago, porque sé que son cosas que me van a acompañar siempre, el resto de mi vida, y que van a quedar ahí. Entonces uno las cuida, trabaja mucho para decir “Esto es lo que quiero hacer” y compartir con la gente. Por suerte en la música hay mucha pasión, no hay problema en ensayar horas de más, en quedarse trabajando hasta tarde o un sábado o domingo, como hicimos para editar el video de Amanece.
¿Te costó adaptarte a la vida en Miami?
No había sentido el desarraigo porque voy y vengo; voy donde me lleve mi trabajo. Por eso, hasta antes de la pandemia, nunca llegué a extrañar, ahora sí extraño a la familia, a los amigos. De todas formas, uno lleva su argentinidad consigo, por ejemplo, te llevás tu mate a todos lados. Va pasando el tiempo, entonces te hacés amigos, y la mayoría de los que tengo en Estados Unidos son argentinos o latinos. En Miami está Latinoamérica reunida, es un punto neurálgico importante, te permite encontrarte con otros. Además, te hacés más argentino afuera, porque estás aferrado a algo que necesitás mantener. Deseo que el mundo se vuelva a conectar, porque estar en contacto con mi país y también con otros donde voy es una de las cosas que más disfruto. Cuando vas viajando por trabajo, te conectás de otra manera, entonces luego me interesa saber qué está pasando en España, en Colombia, en Argentina. Por otra parte, uno tiene más responsabilidad cuando sale, porque primero sos el argentino y después sos Diego o Alberto. Es una linda y buena responsabilidad poder demostrar qué calidad humana tenemos los argentinos, que a veces generamos cosas tan opuestas, amor y odio. Porque hay muchos que se quieren llevar el mundo por delante, tenemos esa impronta muy italiana; en cambio en el resto del continente, te miran diciendo “Disculpe usted”.
“SI UNA CANCIÓN PUEDE AYUDAR A ALGUIEN, MI MISIÓN ESTÁ CUMPLIDA”.
¿Te ves en política?
No. Me gusta mucho la política e intercambiar ideas. Pero para meterte en política en nuestro país, tenés que ser una persona muy especial, y yo no creo estar preparado para eso, no es mi función en este planeta. Si bien me encanta hablar de política, no me gusta meterme en este juego que nos ha desgastado tanto ya, el “de qué lado estás”. Siempre me manifesté independiente, diciendo lo que pienso. Hay gente que te quiere llevar para un lado o para el otro porque necesita ponerte en algún lugar: es cantante o es actor, de acá o de allá, de arriba o de abajo. Sí me gustaría ver algunos cambios en la política, quisiera ver a dirigentes de diferentes partidos logrando acuerdos, que traten de usar el sentido común para armar un sistema que funcione mejor. Es claro que estamos encerrados en una situación, los que tenemos 50 años la repetimos cada diez: la inflación, el dólar, las corridas, las subidas… nos han mentido y engañado tanto que es difícil que el tipo que tiene un negocio en Argentina pueda proyectar y crecer. Eso es lo que estaría bueno empezar a trabajar, pero sin discusiones violentas, de pelea. A la realidad argentina yo la traslado a una familia: si nuestros padres están peleándose todo el tiempo, no se llevan bien, no deciden si se van a separar, qué van a hacer con los nenes, y los chicos están ahí mirando, al rato van a pensar “A estos dos no les importa nuestra vida, no salen de esa locura”. Parece que en nuestro país pasara eso.
¿Cuál sería entonces tu misión en el mundo?
Es un poco Gandhi esta pregunta. No soy así, you know me. Soy un chico que se crio en la calle, de barrio, disfruto de lo que me pasó, pero no me creo las cosas que supuestamente me podría creer. Simplemente hago canciones, trabajo como actor cuando puedo, me encanta el deporte, me encanta la familia y mis amigos. Y si una canción puede ayudar a alguien, o acompañar la vida de alguien, mi misión está cumplida.
ON DEMAND
La carrera como actor de Diego Torres comenzó antes que la música. En diferentes plataformas de cine on demand sus seguidores pueden encontrar algunas de las películas en las que participó. Cine.ar, por ejemplo, incluye la inolvidable Papeles en el viento, dirigida por Juan Taratuto sobre la base de la novela homónima de Eduardo Sacheri, y también Extraños en la noche, de Alejandro Montiel. Amazon Prime, por su parte, ofrece Casi leyendas, la coproducción argentina-española dirigida por Gabriel Nesci.
*Nota de tapa revista Convivimos. Noviembre 2020.