FELIPE PIGNA: “CARLOS GARDEL ERA UNA BUENA PERSONA”

La historia no está hecha solo por los próceres. Por eso, en su nuevo libro, Felipe Pigna rumbeó hacia el tango, interesado en contar la vida de Carlos Gardel. “Es una figura que atraviesa nuestra historia, en una etapa clave entre 1890 y 1935. Entonces, es contar lo que pasaba acá y en el mundo desde él. Además, es interesante en lo artístico, el profesionalismo, la búsqueda de la perfección y la innovación”, dice el historiador. Escribirlo le costó más que otros, pero fue tan apasionante que, luego, lo difícil fue darle un cierre. “Es un personaje fascinante, con tantos intersticios y conexiones con otras realidades. Si bien hay un final obvio, ahí no termina, sigue el mito y aún está vigente”.

Si pudiera preguntarle algo al “Zorzal Criollo”, indagaría sobre los años cuando todavía era una persona anónima y sobre qué le generaba la fama. “Era un tipo muy humilde, consciente de quién era, sin creérsela y con una gran dedicación a su público. Era cercano, por eso es Gardel, no solo era un extraordinario artista, sino que era una buena persona”, lo describe. Agrega que era muy exigente consigo mismo y de gran autocrítica. “Además, muy pragmático, le importaba que le fuera bien en su carrera y ser el artífice de ella”, asegura sobre el hombre que cambió el tango y se convirtió en el único bronce que sonríe.

¿Un libro que recomiendes?

Cualquiera de Jorge Luis Borges.

Convivimos Enero 21- Libros

 

 

 

 

 

 

*Publicado en revista Convivimos. Enero 2021.