“Hacía mucho tiempo que tenía ganas de cambiar la mirada de las temáticas, de la música, de los sonidos, y estar un poco más acorde a la época en que vivimos”, dice la cantante Suna Rocha, quien despidió el año pasado con un disco que se llama Veinteveinte.
La selección incluye temas por fuera de la música de raíz, en una alianza creativa con Marian Pellegrino, la joven roquera que ofició de guitarrista y productora. “Tenía mis pudores y temor de que la gente que ya me conoce no aceptara lo nuevo, aunque he tratado de acercar los estilos, por ejemplo a un Gustavo Cerati lo he traído a mi terreno con una fabulosa quena”, cuenta desde su casa, en Tulumba.
A las nuevas generaciones les aconseja autenticidad. “Un defecto generalizado es que al cantar no dicen las letras, no entienden, no saben o no lo sienten. Ser cantor no es salir en la tele y tener una cara agradable, es una gran responsabilidad estar en el escenario frente a la multitud”, sostiene la artista que lo compartió con Mercedes Sosa y Raúl Carnota, entre otros.
“He ganado una buena reputación, cierto prestigio del que me doy cuenta ahora. He tenido la amistad estrecha de Atahualpa Yupanqui, no creo que él eligiera estar con alguien sordo musicalmente”, con-fiesa tras más de 40 años de carrera y una vocación de toda la vida.
¿Un disco que recomiendes?
Paraíso Road Gang, de Rubén Blades.
*Publicada en revista Convivimos. Marzo 2021.
