“Prefiero no esconder la palabra vieja”, aclara Cecilia Sorrentino, quien publicó El presente, una novela cuya protagonista tiene 80 años. “Me atraen las mujeres mayores, la fragilidad de algunas, por ejemplo si veo a una señora caminando con un bastón y una bolsa de las compras, no puedo evitar observarla y preguntarme cómo llega hasta su casa”, confiesa la escritora. Adelanta que el tema que atraviesa la historia es la soledad, la finitud y cuánto nos importan los demás.
Empezó a escribir durante las noches de desvelo cuando sus hijos eran bebés, y 40 años después tiene dos novelas publicadas. Sillas en la vereda fue la primera. “Escribo en pos de una pregunta, en la búsqueda de una respuesta que no sé si se encuentra. En la novela, la pregunta conductora fue ¿Cómo se hace para vivir en un futuro que una no soñó?. Porque nos imaginamos de infinitas maneras, pero no en la vejez, la sociedad no nos prepara para que sea un ámbito soñado”, y explica que los personajes ancianos no abundan en la literatura.
Como autora, se combinan en ella la observación y la memoria. “Los acontecimientos guardan más de lo que muestran, si me siento a escribirlos, revelo qué había adentro, termino de comprenderlos. Es una ampliación de la mirada, como si te sacaran las cataratas de los ojos”.
¿Un libro que recomiendes?
Al faro, de Virginia Woolf.
*Publicada en revista Convivimos. Mayo 2021.