Cuando Silvia Majul empezó a proyectar el documental sobre Daniel Toro, él no estaba muy convencido. “Es una forma de dejar su testimonio para las futuras generaciones”, ensayó como argumento para lograrlo. Finalmente, El nombrador es un hecho, y para la directora está plagado de amor y admiración por el folklorista, a quien conoció en la década del 90. “Lo que quiero transmitir es que un cantor de música popular no tiene etiquetas ni casilleros, es la gente quien se los pone. Él puede cantar un tema de amor o social, y es tan indio haciéndolo con o sin poncho”, agrega Majul.

Asegura que no es un homenaje, pues de serlo, debería haber narrado la vida completa y en profundidad del creador de “Zamba para olvidarte”. “Te cuento la historia de un prócer de la cultura, es ponerlo en pantalla para que alguien se entere de quién es Daniel Toro. Hacer una película es comunicar, es rescatar material, investigar e hilvanar los relatos lo más sensiblemente posible”, sostiene. Además, cuenta que la máxima satisfacción es que el músico de 80 años ya la vio y está conforme. “Es un mimo, una caricia”, resume.

El documental asimismo es un reconocimiento a los periodistas, en particular a los de la radio, porque a través de este medio el folklore llegó a los lugares más remotos de la Argentina.

¿Una película que recomiendes?

Madre baile, de Carolina Rojo.

*Publicada en revista Convivimos. Mayo 2021.