Louise Jallu es francesa y toca el bandoneón desde que apenas lo superaba en tamaño. Hoy tiene 27 años, hace tango y acaba de publicar Piazzolla 2021, un disco dedicado al argentino en la celebración de su centenario. “Entre la reverencia y la irreverencia, quería darle a este homenaje un color diferente, para acentuar lo que me ha fascinado siempre de su obra: la modernidad frente a las tradiciones”, cuenta desde su país.
También asegura que el creador de Adiós Nonino lograba un sonido único y excepcional con su instrumento. “Me encantaría tener una pizca de su genio, pero por el momento ¡solo tengo sus discos!”, bromea desde Francia. “Me gusta evocar esa rabia que lo animaba cuando lo vemos tocar, que, para mí, expresa un afán de liberarse de las ataduras del encierro, de distinguirse de los demás, de escapar, de llegar a otras orillas y un profundo deseo de existir. En el fondo, todo ser humano tiene ese deseo”, expresa quien ya ha editado otro álbum tanguero.
Si bien en sus orígenes alemanes el bandoneón fue creado para música folklórica alegre, “lleva consigo una nostalgia que le transmitió Argentina”, dice y completa: “Sin duda, la tonalidad menor o el tono mayor ‘triste’ se ha vuelto la expresión de la inmigración, del desarraigo, de la soledad, y es esto, sobre todo, lo que evoca escuchar su sonido”.
¿Un disco que recomiendes?
Tango para una ciudad, de Astor Piazzolla.
*Publicada en revista Convivimos. Junio 2021.