Cuanto más se adentraba al Delta del Paraná, más lo llamaba el acordeón y Luis Caruana, un hombre del tango, se dejó llevar por las correntadas litoraleñas que le devolvía el paisaje. El bandoneón, su compañero por más de veinticinco años, debió esperar en la orilla, mientras su dueño creaba con la inspiración del río. Así nació Suite del agua, su nuevo disco que, confiesa, le apareció como una crecida y él solo abrió el canal para dejarla emerger. “Me tuve que salir del molde y animarme. No es sencillo cuando creés que pertenecés a un género porque te instalás tus propias etiquetas y barreras, y quebrarlas es difícil, por uno mismo. Nunca había ahondado en la música del litoral, fue creciendo la obra y me llevó a convertirme”, le cuenta a ENREDACCIÓN desde su casa en el Tigre, donde se mudó ni bien comenzó la pandemia el año pasado. Tanto en Córdoba como en Buenos Aires, en la mañana de la entrevista llueve torrencialmente. Los días así son los preferidos de Caruana porque lo invitan al recogimiento, a la creación, a la composición. Si hace calor, se le dificulta el contacto con las musas.
*Publicada el 13 de abril de 2021 en www.enredacicon.com.ar