“COMO UNO ES EN LA VIDA, ES EN EL ESCENARIO”. DABEL ZANABRIA

“Cada uno tiene que tomar su impronta, tener su propio baile, porque cada uno vive diferente, y estoy convencido de que lo que se transmite al escenario es cómo uno es en la vida”, dice el bailarín Dabel Zanabria. Y él es seguro, apasionado y desafiante. Además sostiene que la técnica sola no es suficiente y que el recorrido es tan exigente como el de un futbolista. “Hay que entrenar todos los días, si no, cuando bailás se notan las dificultades. El escenario te pide otras cosas, tenés que estar preparado física y actoralmente”, agrega.

De niño, su mamá lo mandó a folklore, pero no le encontró el gusto hasta la juventud, cuando vio al Ballet Brandsen en acción y se le despertó el deseo por bailar. Así, en el 83 comenzó el camino profesional que lo llevó a recorrer el mundo. Además de las danzas folklóricas, se acercó “muy de a poquito” al tango; tenía sus dudas y lo prejuzgaba de aburrido, pero en aquel momento surgía el espectáculo Tango Argentino, que había sido un éxito. “Me fue muy difícil, porque traía la estructura del folklore. Empecé a meterlo al cuerpo por conceptos y ahora soy un enamorado”, recuerda. En sus shows siempre están presentes los dos estilos, “folklore y tango van de la mano”, resume el también coreógrafo y director, durante una pausa del ensayo de Tango. El regreso.

¿Un ballet que recomiendes?

Nativo y Tanguera, en Teatrix. Y al bailarín Juan Saavedra.

Convivimos Nov 21_En Escena

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

*Publicada en revista Convivimos. Noviembre 2021.