El Museo de Arte Moderno de Buenos Aires le propuso a Cotelito intervenir las paredes de la librería y el bar, lugares no tradicionales para una muestra. Entonces, el artista quiso que sus dibujos generaran empatía con quien pasara o se sentara por ahí. “Al ser espacios de descanso dentro del recorrido, permiten un diálogo con el espectador más expansivo y cercano”, le dice a Convivimos por videollamada. “Buscaba crear algo hospitalario, que se dé algo afectivo con los personajes, que acompañen y den otras pistas sobre la visita”, aclara.
Dibuja desde su infancia y a sus 38 años ha realizado muestras individuales y colectivas con una obra a la que describe como “un viaje interior”. “Son estados de ánimo, atmósferas mentales, territorios de la fantasía. Siempre influenciado por lo externo, me nutre la contemplación de lo que nos rodea, prestando atención a los detalles que luego decantarán de forma extraña en mis creaciones”, cuenta.
“El dibujo es una manera particular de pensar, que me interesa por lo lúdico y porque aparece lo sorpresivo, lo extraño. Ese pensamiento metafórico me parece muy rico y estimulante. Es una manera de decir, reflexionando sobre la vida de uno y la del mundo”, se explaya sobre la técnica.
¿Una muestra que recomiendes?
El día maravilloso de los pueblos, de Elda Cerrato. Y a los artistas Marcelo Pombo, Celina Eceiza y Marcelo Alzetta.
*Publicada en revista Convivimos. Octubre 2021.