Desde hace doce años, Laura Cisneros es parapléjica. No camina ni mueve ninguna parte de su cuerpo, salvo las expresiones de su cara. En 2016, luego de atravesar intervenciones quirúrgicas y asimilar el gran cambio en su vida, comenzó a pedirle al Estado una casa propia. Cuenta que mandó más de cien cartas, pero ni la Nación, ni la Provincia, ni el Municipio, le dieron respuesta. Incluso, una vez, llegó a la oficina del Gobernador Juan Schiaretti: “Estaba dispuesta a entrar y esperarlo en la oficina, pero los guardias me frenaron antes. Me dijeron que no se encontraba y que mi nota ya estaba en su despacho. Por supuesto, jamás se comunicó”, recuerda esta mujer de 41 años.
El día de la entrevista el calor es agobiante. El aire acondicionado y el ventilador no alcanzan para refrescar el ambiente. Con Laura está Karina, su cuñada y también acompañante. Laura no puede estar sola, necesita que alguien esté cerca porque para cualquier cosa, otra persona son sus manos o sus pies. Las suyas son chiquitas y descansan sobre el apoyabrazo de su silla de ruedas.
*Se publicó en www.enredaccion.com.ar, el 4 de enero de 2022.