Nieves Villalba está feliz y se le nota. No para de reírse y de comentar lo encantada que está por su debut en cine. Cadáver exquisito fue su primera experiencia como actriz, y confiesa que descubrió su vocación. “Siempre me gustó, pero no había tenido la posibilidad de probar con clases ni nada”, cuenta quien se dedicaba a la masoterapia.

“Al llegar al set tuve sentimientos encontrados. Mucha alegría, fue algo hermoso, mirar las luces, las cámaras, y también nervios. Después descubrí que este es mi lugar”, dice con intenciones de seguir incursionando en la actuación.

En el país no hay actrices albinas, y la directora del film realizó un casting para mujeres con esta condición que se animaran a la cámara. Cuenta que cuando se enteró, no lo dudó. “Sin ninguna preparación dije ‘Voy’, completamente segura de que el papel era mío. Y quedé”, recuerda. “Me encantó poder estar en una de las primeras películas argentinas que presenta un personaje albino. Me enorgullece”, expresa.

A la espera de nuevas oportunidades, sostiene: “Así como me acepto a mí misma como persona albina, me encantan otras pieles, otras formas, otros personajes, pero si pudiera hacer más papeles de albina, estaría genial. Es un mundo que la mayoría desconoce, se nos percibe anormales y la ficción ayuda a deconstruir mitos”.

¿Una película que recomiendes? 

El patrón, radiografía de un crimen, de Sebastián Schindel.

*Publicada en revista Convivimos. Junio 2022.