Romina Fernandes vivió una rareza en el mundo de la actuación, de esas que parecen solo de ficción: un actor famoso la vio en el escenario, valoró su trabajo y la recomendó. Así fue como llegó a participar en Granizo, una de las películas más vistas de Netflix en 2022, luego de que nada más y nada menos que Guillermo Francella la viera lucirse en El enemigo del pueblo. “Hay que confiar en que el teatro además de permitirte actuar, cuando no podés hacerlo en otro ámbito, te da esa visibilidad, la posibilidad de que pase lo que me pasó. Muy habitual no es, pero a veces sucede”, asegura con experiencia.
Su recorrido teatral es extenso y desde abril está, una vez más, en la cartelera porteña con el reestreno de Mala praxis. “Haberla hecho me da tranquilidad, porque está probada, ya la transitaste y viste la repercusión en la gente”, comenta. También disfruta de las reposiciones porque le permiten profundizar en el personaje. “Soy de pensar mis textos y buscar los subtextos. Y de observar, me gusta cruzarme con personas que tienen algo rico para agregar, algo que no se me había ocurrido y lo veo en alguien”, revela sobre su proceso creativo. En Mala praxis interpreta a una secretaria y, asegura, es un papel que le divierte.
“La obra es muy interesante, tiene la cuota justa de comedia, drama y reflexión. Habla de cómo ese castillo de naipes que uno se crea con mentiras de golpe se puede derrumbar”, comenta.
¿Una obra que recomiendes?
Tres, de Pablo Bellocchio.
*Publicada en revista Convivimos. Mayo 2023.