“Antes que nada, somos músicos”. Pablo Padín

Un día cualquiera, el Freddy Mercury de “Dios Salve a la Reina” es Pablo Padín. El parecido es innegable, por eso cada vez que la banda se toma un receso, automáticamente el cantante y pianista se afeita el bigote: “Disfruto un montón estar sin bigote, así también refresco el personaje y empiezo de nuevo”.

El grupo tributo nació en 1998 en Rosario y desde aquel momento han recorrido el país y el mundo. Incluso se cruzaron con Brian May, el guitarrista original, quien les dio el visto bueno. “La estética fue un gran motor en la banda para tener cierto éxito y no ser una banda de homenaje más. La imagen da un valor extra, pero antes que nada nosotros somos músicos, los personajes salieron jugando. Por eso, la parte musical tiene un gran respaldo y sumando lo visual, se potencia para mejor”. Sin embargo, para él todo está en la pasión y el respeto porque “trabajar de esto es una gran responsabilidad y una felicidad llevarlo a cabo”. Ninguno de los cuatro integrantes pensó que iban a llegar tan lejos y mucho menos que el público viviría sus conciertos como si la banda presente en el escenario fuera la de Mercury, hasta tal punto que a más de uno se le han caído las lágrimas.

¿El último recital que viste?

Pedro Aznar.

¿Uno que recomiendes?

Phill Collins.

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*Publicado en revista Convivimos. Abril 2017.