“Soy un enlazador de mundos”.Martín Bondone

Con una imaginación sin límites, Martín Bondone concreta las ideas artísticas propias y de otros. Hablamos con el productor y director de Teatro Ciego.

Por Dai García Cueto Foto: Sebastián Salguero

Martín Bondone invita un chicle y lo entrega sin el envoltorio: “Estoy acostumbrado a sacarles el papel”, se justifica, y con ese gesto Convivimos entra al mundo del Teatro Ciego. Es una de las pequeñas acciones que el director y productor teatral asimiló en su cotidianeidad desde que encaró este proyecto con personas no videntes.

A Martín lo descubrió su primo, Gerardo Bentatti, quien lo vio actuando y lo convocó para la adaptación de La Isla Desierta, la primera obra de teatro a oscuras que realizaron en 2001 en Buenos Aires. Bentatti conocía la técnica porque formó parte del elenco de Caramelo de Limón, una experiencia teatral sensorial surgida en Córdoba diez años antes. Los primos vivían juntos. En ese tiempo, Martín insistía en agrandar el proyecto: “Consigo la plata y lo hacemos”, le decía. “Entonces, saqué un crédito. Me acuerdo que tenía el dinero en una caja de zapatos debajo de la cama. Cuando creíamos que no íbamos a conseguir nada, a una cuadra y media de donde vivíamos, encontramos el lugar ideal.”

En 2008, en la zona del Abasto en Capital Federal, fundaron el primer teatro a oscuras del mundo. “Todos nos decían que íbamos a durar meses, pero inauguramos y nos empezó a ir muy bien”. Hoy es una cooperativa de trabajo que emplea a más de 70 personas, de las cuales, cerca la mitad, tiene alguna discapacidad visual. También crearon la escuela de formación para actores de teatro ciego y abrieron otra sala en Carlos Paz.

Martín dirige, escribe las obras y se dedica a la producción. Nacido en Bell Ville, Córdoba, asegura que pronto dejará Buenos Aires para volver a sus pagos. La inauguración de un Teatro Ciego en la capital cordobesa es la excusa perfecta.

¿Qué particularidad tiene el teatro ciego?

Todos tendrían que pasar por la experiencia, porque es reveladora. La oscuridad tiene mucho de meditación. Esta técnica te lleva a la esencia misma del teatro, que es contar algo sin artificios, despojar de toda artificialidad y trabajar con la mente del espectador. Estar a oscuras te evita distracciones que tienen que ver con lo visual, porque la mayoría de lo que percibimos entra por la vista y al apagar ese sentido se liberan todos los otros. Por eso el mito del ciego, que escucha más, huele más… Pero lo que sucede es que le presta más atención a sus otros sentidos. Con el espectador pasa eso, se sorprende y se le disparan imágenes en la cabeza que hacen que la experiencia sea muy reveladora.

¿Ponemos poco la cabeza a imaginar?

Si, además las pantallas van matando un poco eso. Cuando éramos chicos, jugábamos de otra forma. Jugar, leer, activa algo de la cabeza que no te lo activa algo que podés ver en 3D.

¿Por qué no actúas más?

Me gusta actuar, pero no trabajar de actor. Al principio me pasaba que estaba en la boletaría y después me iba al escenario; entonces si había problemas de producción, los actores me venían a hablar antes de la función y entraba muy cargado ¡No se puede estar en la misa y en la procesión! Además, actuar implica una forma de pensar y de actitud frente al trabajo que no tengo. Así que me decidí, y lo que más me gusta hacer es producir y escribir, lograr que las ideas se realicen. Trabajo mucho con los colegas, porque no le dan bola a la parte administrativa o piensan solo desde lo artístico, y son igual de importantes.

 ¿Por qué?

Para mí, al arte lo hacés para vos o para compartir. Pero si tenés un don, se lo tenés que dar a la humanidad. Entonces, lo hacés por hobby, trabajando en otro lugar y haciéndolo en los horarios que te quedan; o profesionalmente, viendo cómo hacer para que se consuma tu producto. Ahí está la importancia del productor.

¿Cuál es tu don?

En el horóscopo maya soy Enlazador de mundos, y soy eso, un enlazador de mundos; junto la necesidad con el recurso. Si este proyecto no hubiera tenido este impacto social, no lo hubiera hecho, porque me gusta generar algo que modifique la realidad del otro.

¿Cuál es la pata social?

Uno de los chicos no videntes laburaba en un kiosco por una ley de la Ciudad de Buenos Aires, entró por un casting y el año pasado ganó un premio a Mejor Actor en Carlos Paz, compitiendo con personajes de la TV. Hasta ahora los premios habían sido por el proyecto social, pero nosotros hacemos teatro. La gente viene porque le interesa la propuesta artística. Que trabajen personas con discapacidad rompe un prejuicio, porque algunos no creen que realmente sean actores ciegos. Dicen: “tienen lentes negros, pero ven”. Todos los usamos para generar igualdad.

CAFÉ EN CARTELERA

Martín toma mate amargo, aunque a veces le pone miel, como le enseñó una ex novia, y siempre con la bombilla uruguaya que le regaló una ex suegra. El café no le gusta mucho, solamente con leche en un bar de Buenos Aires.

La temporada de verano fue un éxito en Carlos Paz donde presentaron las obras: Un viaje a ciegas, Mi amiga la oscuridad, e Inodoro Pereyra a ciegas. Con Teatro Ciego han recorrido Argentina y otros países.

Cafe con M Bondone

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

*Publicado en revista Convivimos. Marzo 2017.