Juan Sasturain se refi ere a Dashiell Hammett, el escritor norteamericano que inspiró su reciente novela, El último Hammet. “Mi relación con él es de larguísima data. Me interesa como autor y como persona, es un auténtico protagonista del siglo XX. Fue un tipo muy interesante, un autodidacta, se alistó en la Primera
Guerra Mundial, se enfermó, se casó joven, trabajó en los medios populares del momento, renovó la narrativa policial, escribió relatos y novelas. Hasta que un día puso el punto final y no volvió a escribir”, le cuenta a Convivimos. Además, lo define como uno de los grandes narradores de la época, porque innovó temáticamente en el género e inauguró una nueva manera de contar, “un estilo seco, una descripción a través de los diálogos, con poca especulación sobre sentimientos, dejando que los hechos hablen”. Por eso, reconoce que Hammett fue una influencia directa en él y los colegas argentinos de su generación: “Fuimos determinados y motivados por esa literatura negra estadounidense. De allí que los primeros textos sean policiales, la diferencia es que transcurren en Buenos Aires. Nuestro desafío era trasladar esas historias a un lugar donde no nació el género”.
Si el autor de El halcón maltés supiera del libro que inspiró, “no creo que estuviera demasiado contento, aunque tal vez piense, está bien, es notorio el cariño y la devoción”, bromea.
¿Un libro que esté leyendo?
Cronológicamente, la obra de Joseph Conrad.
¿Uno que recomiende?
El corazón de las tinieblas de Conrad.
*Publicado en revista Convivimos. Noviembre 2018.