“El público tiene ganas de seguir mirando ballet. La danza clásica es bellísima, el repertorio es muy importante, pero podríamos encontrarle una vuelta de rosca, para desarrollar un ángulo nuevo, mirarlo desde otro lugar”, reflexiona Emanuel Abruzzo, el bailarín del Teatro Colón que se confiesa como un creativo
poco convencional.
Además de lucirse en el escenario por su técnica e interpretación, es una revelación en las redes sociales.
Su personaje de la maestra Ivanka Iendovskaya, una parodia sobre la rigurosidad de la disciplina, y sus clases virtuales durante la cuarentena sumaron seguidores de todo el mundo. “Se trata de educar desde el humor. Yo aprendí mejor de esa manera con mis maestros. Una sonrisa en el rostro ayuda a adentrarse en el mundo de la danza, que es tan difícil, sobre todo en dominar el cuerpo”, cuenta el rosarino que a los 18 años se sumó a Les Ballets Trockadero de Monte Carlo, una compañía masculina de ballet drag de los Estados Unidos.
Explica que la pandemia le enseñó sobre la importancia de encontrar el equilibrio para motivarse y contagiar a otros. Antes de YouTube, había mostrado su faceta actoral en la ficción El maestro –con Julio Chávez– y no descarta forjarse un futuro como actor. Además de bailarín y maestro ensayista, es coreógrafo. “Todas me están preparando para dentro de unos 15 años estar dirigiendo el Teatro Colón. Estoy aprendiendo mucho de las experiencias, y desde cada una me estoy formando para el siguiente rol”, afirma.
Revela que el escenario produce una adrenalina maravillosa y que disfruta de interpretar papeles como el de Mercuccio en Romeo y Julieta. Postcoronavirus, cree que la danza saldrá fortalecida: “Con la cuarentena
estuvo complicado pensarla en lugares no convencionales, pero si sobrevivió, va a estar mejor que antes, porque está motorizando la creatividad. Siempre que haya alguien bailando en algún lugar, la danza está viviendo un buen momento, porque sigue viva”.
¿El último ballet que viste?
Macbeth, del Ballet del Teatro San Martín. Y on-line las obras contemporáneas de la Compañía Nacional de Danza de España.
¿Una compañía que recomiendes?
Momix. Y admiro al Ballet de la Ópera de París.
*Publicado en revista Convivimos. Julio 2020.
