“En mi música hay mucha fuerza y sinceridad. Siento que no me corto la lengua al decir las cosas. Capaz porque hablo de asuntos que la gente no quiere escuchar o que no se atreve a decir. Como el picante, te puede gustar, pero te da sensaciones que quizás no son muy cómodas”, dice Nathy Peluso.
La argentina radicada en España no para de crecer, y sus canciones suman millones de reproducciones. Reconoce el gran salto con su primer EP, Esmeralda (2017). “Mi público se hizo más grande quizá porque rapeaba y tenía un speech que no todo el mundo estaba dando, eso me ayudó a proyectarme hacia la masa. Creo que ser mujer, más allá del plus de esfuerzo en todo lo que hacemos, también fue una herramienta positiva, porque el mundo necesita mujeres que digan cosas”, afirma. Con 25 años, sueña con seguir haciendo la música que desea. “Estar abierta para poder agarrar todo lo que venga con sabiduría y saber transformarlo en algo lindo”, agrega.
Escribe compulsivamente y el hip hop es el mejor aliado para su poesía directa. Sin embargo, no está atada a ningún género y sorprende con estilos diferentes en cada tema. “Ante todo, hay mucha fuerza, por más que cante canciones nostálgicas o tristes prevalece una fuerza, no de guerrear, sino de estar, de aceptar, la valentía de vivir. Y luego la sinceridad. Siempre intento componer desde lo genuino, sin pretender más que ser canal de lo que me baja. Esas dos cosas prevalecen en mi música”. Confiesa que la nostalgia es uno de los sentimientos más comunes en su música y se lo atribuye a su historia de vida: “Creo que por lo que me tocó vivir, es algo siempre latente”.
Con la cuarentena encontró tiempo para dedicarse a temas pendientes del trabajo, sobre todo para concentrarse en el disco. También le permitió habitar la soledad, a la que descubrió como “un lugar de descanso, de reconexión, de calma”. Asegura que en la intimidad es tan directa como en sus letras. “En mi vida diaria soy muy trabajadora, muy luchadora, muy sincera, las cosas que pienso las digo con respeto, pero siempre con la verdad por delante. Además, soy muy exigente con los vínculos que elijo y mis experiencias vitales. A veces, en la música pareciera que soy una mujer muy enojada –comenta entre risas–, pero para nada, soy muy cariñosa y sensible. Las cosas que pasan me mueven por dentro, nada me resbala”.
¿El último show?
Una banda de salsa cubana que ¡no me acuerdo el nombre! Era una sala muy chiquita, under, muy explotada de gente… ¡hermoso, no me olvido más!
¿Un artista que recomiendes ver en vivo?
Erykah Badu.
*Publicada en revista Convivimos. Agosto 2020.