Para Pamela Villar es positivo que la cuarentena haya motivado a muchas familias a cocinar: “Primero es importante saber qué estamos comiendo, y después, con algo más de tiempo, hay que animarse a meter mano. La cocina, además de alimentar, es una cuestión de juego, de terapia y de creación”.
La pastelera publicó Dulce 24 hs, un libro con sus mejores recetas para transmitir lo que le gusta hacer y comer. “Hay una diversidad muy interesante de propuestas, desde una granola para la mañana hasta un postre sofisticado. Es lo que me gusta, la variedad, las mezclas y las combinaciones”, dice. Asegura que es un rubro para metódicos, algo obsesivos y muy creativos: “Al tener que respetar tal cual una receta, hay que ser rigurosos, si no, no sale”.
Tiene experiencias en la televisión como jurado de Bake Off Argentina y en programas de El Gourmet. Por eso, sostiene que tanto el papel como lo audiovisual son formatos compatibles con la gastronomía: “Es lindo ver al cocinero en acción y también abrir el libro, buscar la receta y tenerla al lado”. Todavía conserva los cuadernos escritos a mano de su mamá, mientras que de una tía heredó un ejemplar de Doña Petrona.
“El argentino es dulcero. Nos gusta, estamos acostumbrados, después de comer esperamos el postre o la cosita dulce a la tarde, como las facturas”, cuenta.
¿Un libro que estés leyendo?
La insoportable levedad del ser, de Milan Kundera.
¿Uno que recomiendes?
El amor en tiempos de cólera, de Gabriel García Márquez.
*Publicada en revista Convivimos. Agosto 2020.