Florencia Otero está nerviosa. Es la primera vez en más de veinte años de carrera que actuará sin público. “Será extraño terminar de actuar y que no haya aplausos. Estamos acostumbrados al espectador”, confiesa la actriz y cantante.
Junto con su pareja, Germán Tripel, subirán al escenario para presentar Los últimos cinco años, pero estarán solos en la sala, porque la obra musical se transmitirá por streaming. “Aunque somos conscientes de que el teatro es el vivo, nos pareció una forma innovadora de continuar con el arte en este momento”.
Cuenta que los ensayos son a través de Skype y que la clave para el día de la función es concentrarse en lo que suceda en el momento, “contar a los personajes exclusivamente desde la verdad que ocurra ahí”. Además, resalta que la propuesta es interactiva.
No es la primera vez que con su marido son colegas de trabajo, se conocieron como parte del elenco de Rent y hasta tienen una banda, FlowerTrip. De la dupla, ella es la estructurada, y “Tripa”, el liberal. Incluso es la segunda oportunidad en que realizan esta pieza, dirigidos por Juan Álvarez Prado: “A todos nos agarra en otro momento de la vida. Lo primero que hablamos es que había pasado mucha agua bajo el puente y que hacía falta revisar aristas que se nos habían pasado en aquel momento”. En ese sentido, dice que “el arte es una evocación de la vida, por eso también es necesario hablar de lo que pasa”.
Su personaje es Cathy, una actriz que no está en un buen momento profesional. “Muchas de las cosas que atraviesa le pasan a la mayoría de las actrices. La frustración está muy presente en la carrera. La cantidad de ‘no’ a los que hay que enfrentarse buscando el ‘sí’, y que encima sea el ‘sí’ de un proyecto que te haga feliz y te identifique, es difícil. Pero si lográs dedicarte a lo que te gusta, vale el costo”.
Es uno de los nombres destacados del teatro musical, y por su experiencia sostiene que hay mucha creación local, pero poco público. “Falta la cultura del género. Hay que educar al espectador y acercarlo a ciertos materiales, para que pueda trascender. También hay prejuicios con el género, se lo encasilla en la idea de comedias livianas, y es algo que ha cambiado rotundamente. Las ofertas no son solo para distraerse, están apareciendo dramaturgias muy fuertes”.
¿La última obra que viste?
La casa de Bernarda Alba, con María Onetto.
El equilibrista, con Mauricio Dayub. Y de teatro musical, Los monstruos, de Emiliano Dionisi.
*Publicada en revista Convivimos. Septiembre 2020.