Ezequiel Campa es un músico frustrado. Se imaginaba como guitarrista de alguna banda de rock, pero siempre supo que no tenía el talento. En cambio, su afecto por la comedia lo llevó a consumir shows de stand up extranjeros, hasta que se dio cuenta de que él también podía hacerlo. Hoy suma más de diez años de experiencia en el género, ha grabado tres especiales para Comedy Central y es el creador de Dicky del Solar, un personaje estrella de las redes sociales. Confiesa que la idea del protagonismo también lo cautivó: “Cuando uno es actor, no siempre sucede. Ese elemento de ego es innegable”. Dice que hacer reír no le resultó difícil. “No soy bueno para los esfuerzos, no sé si vale la pena hacerlos. Se me alineó lo que me gusta, con lo que me salía y con un género que ganó popularidad. Cuando se convierte en trabajo, te volvés más quisquilloso, querés salir a contar cosas que no son fáciles, ahí el desafío es mayor”, dice, y cuenta que no se siente un referente del stand up. “Solo fui de los primeros”, le explica a Convivimos. El momento de máxima satisfacción que le da su oficio es cuando descubre un chiste. “Mientras que lo más tedioso es aprenderse el material de memoria, porque requiere un laburo muy grande estudiarlo y me resulta un embole. Tampoco me gusta tener que venderme todo el tiempo”, comenta.

“A mí me gusta el humor que te hace sentir incómodo. Esa sensación se puede lograr desde el absurdo, desde el humor negro o desde el más blanco y pulcro”, y agrega: “Me atraen los comediantes que están tratando de hacer lo mejor posible, los que se permiten fallar, incluso los que se exponen, aunque, quizá, no salgan bien parados. Los que se suben a señalar a otros o a dar cátedra, o los que caen como mensajeros de lo que está bien me parecen indignantes”.  Hay personas que creen que Dicky del Solar, una parodia a los estereotipos del rugbier, es una persona real, y Ezequiel no tiene ningún inconveniente con eso, por el contrario, le encanta. “Significa que es posible que exista gente así. Si es así, ¡qué mejor que un comediante se ría de eso!”, sostiene. Además, señala que las redes sociales son una burbuja que no representan a la realidad.

¿La última obra que viste?

Rey Lear, con Alejandro Urdapilleta. Una función filmada del Teatro San Martín.

¿Una obra que recomiendes? 

El fantasma de la ópera, y los shows de Doug Stanhope y “Nate” Bargatze.

*Publicada en revista en Convivimos. Octubre 2020.