“POPULARICÉ EL ESOTERISMO”. GABA ROBIN

Su interés por los astros excede el horóscopo y se centra en el estudio de los movimientos planetarios. Antes de que termine el año, se anticipa al próximo y hace sus predicciones.  

Foto Sebastián Salguero

El cielo dice cosas y Gaba Robin sabe entenderlo. Estudiosa del sol, la luna y los planetas, se levanta con el alba para dedicarse full time a investigar y escribir los mensajes de los astros. “Me gusta estudiar las efemérides, analizar los ciclos planetarios. Si bien empecé con el horóscopo, me aburrió porque es limitado. Cada uno tiene una misión o una onda respecto de un oficio tan abstracto como la astrología”, cuenta la astróloga de Convivimos.

Ella es como una poeta esotérica, hace astrología occidental con vuelo literario. “Cuando la contás como un cuento, se nutre más la disciplina, permite que no estés pendiente del ‘¿Y a mí qué me a va pasar?’”, sostiene desde su casa en las sierras cordobesas.

Hay gente que la consulta antes de ir al médico o al abogado, antes de lo que sea. Incluso el año pasado anticipó el panorama con el que nos encontraríamos en el 2020, pero aclara que no es vidente, que el secreto son horas de trabajo y estudio.

El fin de año la encuentra con dos “hijos pandémicos”, como les dice a sus recientes publicaciones. Por un lado, una agenda con los tránsitos planetarios más importantes del 20, 21 y 22, “porque me gusta la macroastrología, analizar de dónde venimos, lo que vivimos y hacia dónde vamos”. Y por otro, El oráculo del tarot, un libro que promete respuestas en el amor, el trabajo y la salud.

¿Las personas se acercan pidiendo predicciones?

Los nuevos vienen con esa expectativa. Con aquellos que ya vienen hace un tiempo, hablamos de otra forma, estamos en un proceso. El tarot nos habla de algo más interno que aquello que nos va a pasar.

Estás presente en los medios, ¿es un lugar para lo que dicen los astros? 

Yo soy la Bruja Pop no por el género musical, sino porque popularicé el esoterismo en los lugares a donde fui. No enseñé si Aries y Tauro se llevan bien o mal, sino que el alma es la que nos conecta. Empecé a elevar lo más básico de los horóscopos y popularicé un conocimiento que no estaba en los medios. El esoterismo no es para todos, me parece que quien lo quiera tomar, lo busca. Por eso, siempre digo que cada uno tiene el astrólogo que se merece.

Te anticipaste a lo que sucedería en 2020, ¿qué nos espera en 2021? 

Para 2020 conté que dos planetas muy poderosos como Saturno y Plutón, que se juntan cada 33 o 37 años, se unían en enero. Las veces que se unieron anteriormente, produjeron guerras, esta vez hubo indicios con el ataque de drones norteamericanos al general iraní Qasem Soleimani y después llegó la pandemia, donde todos estamos expuestos a las bombas que caen. El año que viene, Saturno y Júpiter dejan de estar en Capricornio y pasan a Acuario, cuyo regente es Urano y se relaciona con el mito de Prometeo, quien robó el fuego a los dioses para dárselo a los humanos haciendo nacer la civilización. Acuario es la humanidad. Entonces estos dos planetas que pasan a Acuario me hablan de la humanidad esperando la vacuna, todos en pro de lo mismo. Habrá movilizaciones, siento que no serán violentas, pero sí saldremos a pedir por nuestros derechos. Hoy estamos con Plutón, que es la muerte, y Saturno, que son las estructuras: la muerte derriba estructuras. Por otra parte, en 2021 está Urano en Tauro, la misma posición que tuvo entre 1933 y 1940, y que trajo la revolución en el trabajo, la reconstrucción después de la guerra. Hay un movimiento de reconstruirnos a través de la humanidad, ya no es tal país o tal otro, sino todos unidos. Dejamos de vernos el pupo propio y nos vemos como un todo.

¿Habrá cambios? 

Sí, grupos humanos reclamando sus derechos, la fraternidad motorizando lo social. También cambios en la producción, en el campo, en el manejo de los recursos y el dinero. Benditos los que tienen un oficio. No soy new age, no creo que esto nos está cambiando para mejor, creo que el cambio es personal. Mi frase no es que viene un mundo mejor. Cuando empezó la cuarentena había personas que estaban como de vacaciones, a los tres meses se dieron cuenta de que no tenían plata y ahora empezaron con la idea de que quieren que todo pase para volver a lo que hacían antes. Sin embargo, no es que esto se va y volvemos a conectarnos a lo anterior, no va por ahí. Nos cuesta “desaplicarnos”, sacarnos la app de la vida que teníamos prepandemia. El que no pueda escarbar en su mundo interior, se va a encontrar raro.

¿Cuál es tu frase? 

“No hay que transar ni disimular”. En lo que viene, Acuario nos hace levantarnos. Vamos a saber qué no hay que escuchar o qué de lo que nos dicen no tenemos que hacer. Hay que ponerse serios.

 CAFÉ CON CIELO
“Me levanto muy temprano, así que tengo mañanas de varios cafés. No consumo azúcar, lo tomo bien negro, potente”, cuenta sobre su rutina.
Dice que la cuarentena la encontró trabajando y no tuvo descanso. Su “clínica pop”, el espacio donde recibía gente en talleres para desintoxicarse o hacer la lectura de su carta astral, se convirtió en su oficina. Afirma que todos podemos hablar el lenguaje del alma.
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*Publicada en revista Convivimos. Diciembre 2020.