“En el humor, sería un exceso si llegás al bullying, si rompés el límite del otro. Entre nosotras eso está muy claro, sabemos hasta dónde podemos ir. Por eso es divertido, nos reímos de nosotras con nosotras”, dice Fernanda Metilli, una de las cuatro en Las chicas de la culpa. Cada función es diferente porque salen a escena sabiendo solo el tópico sobre el que rondará la noche, como “mentiras” o “fantasías”. “Es la libertad absoluta”, resume, y sabe que se logra por el tipo de show que proponen. “Quizá en otro formato no la tendríamos. Es lo más valioso con lo que contamos, y lo que la gente más agradece”, afirma.
Al vivo le sumaron transmisión por streaming, y en Fer la combinación fluye. “Se me juntan dos pasiones, la televisión y el teatro. Para mí es espectacular, y todas tenemos ese mismo chip puesto”, cuenta la actriz a quien se la verá en la ficción de Telefé El primero de nosotros y en la obra Inmaduros, con Adrián Suar.
Del stand up la enamoró la desnudez que exige arriba del escenario. “Me parece el despojo absoluto de la actuación. Es hablar de lo que quieras y como quieras. Por eso me gusta, porque es lo que vos ves, dicho con humor y generando empatía con el público, así nos reímos todos de eso, sin absolutamente nada más que una buena luz y un buen sonido”.
¿Una obra que recomiendes?
A chorus line, con dirección de Ricky Pashkus; y Quédate conmigo, Lucas, de Lucas Lauriente.
*Publicada en revista Convivimos. Septiembre 2021.