“Sigo el impulso vital llevando mi deseo una vez más”, canta María Ezquiaga en Algo salió bien, la canción con la que se animó a la carrera solista luego de más de 15 años frente a la banda pop Rosal. Aunque no tiene certezas del camino por delante, para esta nueva etapa confía en lo recorrido y se apoya en su relación con la música. “Necesito reafirmarme sola, en la composición y en la toma de decisiones. Estuve muy protegida por el grupo mucho tiempo”, dice la cantante y agrega: “El camino de ser solista tiene que ver con lo que elijo, entender con qué me llevo bien, con qué no tanto, de algún modo implica deconstruirse, dejar de hacer las cosas automáticamente”.
Cuenta que para cantar necesita un contexto favorable en el que su voz pueda comunicar de la mejor manera posible: “La técnica es importante, pero no hay que quedarse solo con eso, porque así se pierde la función del arte de expresar algo. Se trata de apropiarse de las herramientas y ponerlas a disposición de un sentimiento”.
En Interacción, su primer álbum en solitario, aparecen diferentes emociones. “Hay algo luminoso respecto a la esperanza, pero también melancolía por lo que se deja atrás, la sensación de abandonar un lugar conocido. Además hay descubrimientos”, describe.
¿Un álbum que recomiendes?
Elis & Tom, de Tom Jobim y Elis Regina, un disco perfecto.
*Publicada en revista Convivimos. Octubre 2021