“EN LOS PUEBLOS ORIGINARIOS LA VIDA Y LA MÚSICA SON UNA SOLA”. MANOLO SALGUERO

Cuando era un niño de un pueblo del interior de Tucumán, a Manolo Salguero le llamaban la atención dos cosas: el piano de la casa de su tía y los cerros de la región en verano.

Hoy tiene 44 años, es músico profesional desde su juventud y hace poco más de una década que se adentró en los valles calchaquíes para conocer lo más profundo de sus comunidades. “Empecé a trabajar con las copleras de la zona para aprender sus músicas y también el modo de vida. Allí el músico no es músico y después trabaja, tienen una forma de vida donde la música está en todas sus actividades, en el pastoreo, en la siembra. La vida y la música son una sola cosa”, dice.

De este viaje ancestral no hubo retorno. Confiesa que los sonidos de los pueblos originarios transformaron sus composiciones e impregnan las canciones de su segundo disco, Pachakuti. “Me han atravesado y se han encontrado con otras músicas que ya traía en la mochila”, comenta desde la capital tucumana. Manolo confía en el intercambio entre los dos universos y asegura: “En todas las situaciones se construye a partir del diálogo, no de que una cosa avance sobre otra. Ya el hecho de intentarlo genera algo nuevo”.

Para su futuro no planifica nada específico, solo se imagina el camino. “Lo único que tengo en la cabeza es seguir caminando y nutriéndome de todo lo que suceda”, confiesa.

¿Un disco que recomiendes?

Reminiscencias, de Mono Banegas.

Convivimos julio 22-Yo Esucho Manolo Salguero

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

*Publicada en revista Convivimos. Julio 2022.