FEDERICO FERNÁNDEZ

Cuando se baja del escenario, a Federico Fernández lo inundan sensaciones diferentes, desde la alegría hasta la frustración. En junio estrenó Carmen como parte del Ballet del Teatro Colón y confiesa que, en una obra como esa, siente “más cansancio emocional que físico”. “Lo que queda siempre es el aprendizaje”, asegura.

Le gusta tanto saltar como girar y en cada gala luce su talento. Si se trata de una pieza que ya ha interpretado, intenta “buscarle más contenido y cómo generar peso escénico y matices”. Mientras que para ser un buen partenaire dice que se necesita de “intuición y conexión en cada ensayo con la compañera. Una vez que está eso, el resto es práctica”.

Empezó a bailar profesionalmente a los 14 años y desde entonces su entrenamiento le insume al menos seis horas, seis días a la semana. “Sin contar los ensayos externos por fuera de la diaria del Colón”, aclara quien es primer bailarín del gran coliseo.

Por estos días se encuentra preparando las funciones con el Buenos Aires Ballet (BAB), una compañía independiente que creó en 2013 y que se propone expandir al resto del país y al exterior. “El BAB genera oportunidades cuando no se dan en el ámbito oficial. Es un oasis para crecer profesionalmente, probar cosas y darles la posibilidad a coreógrafos y bailarines”, comenta.

¿Un ballet que recomiendes?

Manon, Romeo y JulietaOnegin, ¡no puedo decidirme por uno!

Convivimos Ago22-En Escena Federico Fernández

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

*Publicada en revista Convivimos. Agosto 2022.