“La lectura no hay que hacerla mental, sino intentar que sea con todos los sentidos. Tenemos tantas formas de percibir el mundo, como lo visual, lo sensorial, lo auditivo, que es interesante recuperar la lectura como un acto que involucra a todo el cuerpo”, dice Mercedes Araujo. La escritora mendocina publicó Botánica sentimental y anhela su encuentro con los lectores porque “allí se termina de completar la aventura de la escritura”.

También siente su oficio en el cuerpo. “Escribir me sirve para vivir mejor, si no puedo hacerlo, hay algo que me falta. Y no es solo una posibilidad expresiva, sino que a veces no sé qué pienso o qué siento y puedo descubrirlo cuando estoy escribiendo”, cuenta.

Con dos novelas y tres libros de poemas editados, confiesa que su lado poeta le brinda herramientas para volcar en la narrativa. “Con la poesía entendí que el texto va a estar escrito palabra por palabra. Aunque hay muchas, cada una de esas palabras está puesta ahí y no puede ni sobrar ni faltar”, explica. Para Araujo esta pesca en el mar del lenguaje es parte de la magia de la escritura, pero no la única. “También es maravilloso que para escribir se necesita la mínima estructura material, solo es un papel y un lápiz, o una pc y un archivo abierto, después es todo lo que puedas poner ahí”.

¿Un libro que recomiendes? 

Memorias de Adriano, de Marguerite Yourcenar.

*Publicado en revista Convivimos. Octubre 2022.