“Cuando preparás un plato, están todos los sentidos puestos, estás viendo, oliendo, pensando qué falta, ahí entran en juego muchas sensaciones”, dice la chef Julieta Oriolo, para quien las emociones son un ingrediente fundamental de sus comidas.
También sostiene que la gastronomía está atravesada por la identidad. Es así como su primer libro no solo contiene recetas originarias de Italia, sino que cuenta su propia historia. “Cuando se lo regalo a algún familiar, le digo ‘Acá estamos nosotros’”, confiesa sobre Cocina italiana. Recuerda que en las casas de sus parientes, a cualquier hora del día, había alguna acción en la cocina y que el olor de su infancia es el aroma de las salsas y la albahaca frita en aceite.
Lo suyo es la “cocina simple” y explica de qué se trata: “Es tomar el producto de estación y no taparlo con un montón de cosas, sino realzarlo. Como los italianos que van a la feria a elegir lo que se ofrece en el mercado, no van con una lista a buscar caprichos”.
Al momento de cocinar, tanto en su casa como en su restaurante La Alacena, tiene que tener espacio para desplegarse. “El corazón de mi cocina es una mesada grande donde pueden pasar muchas cosas”, revela y agrega que para ser cocinera te tiene que gustar comer: “El plato que proponga debe ser rico para mí primero”.
¿Un libro que recomiendes?
De cocina italiana, Georgio Locatelli.
*Publicada en revista Convivimos. Noviembre 2022.