La música puede entrar por todos los sentidos, porque además de escucharse, “también se ve, se siente, late, es tacto”, explica Rozalén. Por eso, en cada show, la cantautora española está acompañada por una intérprete de lengua de señas, una decisión que, asegura, no es un servicio a la comunidad sorda, sino una declaración de intenciones. “Es poner a pensar a todo el mundo, porque no existe únicamente nuestra propia realidad, es la de muchos, y a veces derribar una barrera es más fácil de lo que pensamos”, explica a días de llegar a la Argentina.

Viene a presentar su reciente disco, El árbol y el bosque, el cuarto de su carrera, en el que propone una mirada introspectiva, y cuenta: “El árbol es el individuo y el bosque es la sociedad, el sistema. A pesar de toda la velocidad y el ruido, sostengo que seamos capaces de cuidar el árbol que cada uno lleva encima y valorar el árbol de quienes tenemos delante”.

“El arte, la cultura y la música son las vías más amables para transmitir información”, dice quien es reconocida por su sensibilidad y perspectiva social, pero que esta vez incursiona por su universo emocional. “Es cierto que a mí, antes que escribir sobre el amor romántico, me sale componer sobre lo que miro y observo. Además, me preocupa mucho y me duele el mundo”, agrega expectante por su concierto en Buenos Aires.

¿Un show en vivo que recomiendes? 

Silvana Estrada y Silvia Pérez Cruz.

*Publicada en revista Convivimos. Noviembre 2022.