“BUSCAMOS TRASTOCAR EL ORDEN DE LAS COSAS”. CIELO INVERTIDO

Editan libros-objetos cuidando hasta el último detalle. Lo hacen desde Córdoba, donde acaban de ganar un prestigioso premio al Mejor Libro Editado.

Foto: Sebastián Salguero

Flavia Rojas y Dolores González no se conocían, solo habían intercambiado un saludo al cruzarse alguna vez por una amiga en común. Sin embargo, el tiempo les fue demostrando que compartían más que amistades.

Todo empezó un día en que Flavia tuvo ganas de armar algo relacionado con los libros desde la fotografía, y recordó que Dolo venía haciendo algunos ensayos de edición, entonces pidió su teléfono. En 2019, luego de “los primeros mates”, crearon Cielo Invertido.

Se trata de una editorial dedicada a los libros-objetos, con la cual han publicado diez títulos. Dos de ellos, Elemental, de Camila García Reyna, y El velo negro, de Anny Duperey, recibieron de manera consecutiva el premio Alberto Burnichón al Mejor Libro Editado en Córdoba, una sorpresa para ellas, que aseguran que armaron el emprendimiento solo “por gusto”.

Ese deleite que tienen en común es la pasión por los libros como objetos. “Nos encantan, porque implican un desafío para quien los agarra: ¿a ver cómo se leen, cómo se abren, por dónde empiezo, qué tienen adentro?”, explica Dolores, quien es licenciada en Letras. Por su parte, Flavia está a punto de recibirse de psicóloga y trabaja en salud mental.

Al empezar a editar descubrieron que ambas son muy detallistas, un “plus” para un proyecto como el suyo, que las lleva a cuidar cada aspecto, por más pequeño que parezca. “Además, en general coincidimos un montón, tenemos un estilo y preferencias estéticas muy parecidas, pocas veces no estamos de acuerdo de primera. Siempre elegimos más o menos las mismas imágenes”, revela Dolo, y Fla confirma con una risa.

 

¿De qué tenían ganas cuando se juntaron?

Flavia: Las dos andábamos en la búsqueda de armar y componer, aunque lo supimos después, fue algo medio intuitivo que arrancó de jugar con imagen y texto. Dijimos “Queremos publicar… ¿qué hacemos ahora?”. La primera ocurrencia fue que teníamos que crear de cero el contenido, porque nadie había golpeado la puerta para decirnos “Publíquenme”. El armado del primer proyecto, Un día, del que participan 24 autores y 24 fotógrafos, y que se editó como postales, un poco marcó nuestra búsqueda de publicar imagen y texto.

Dolo: Nos dimos cuenta sobre la marcha de que trabajamos sobre tres líneas: texto, imagen y el diseño del libro como objeto. Algunos más en libro-objeto, otros más en forma tradicional, pero siempre pensando en un tercer elemento de significado, la manera en la que el libro está diseñado, la textura, la combinación, el diseño.

 

¿A qué atienden a la hora de editar un libro?

D: El criterio fundamental para elegir es que nos guste, que nos entusiasme hacer algo con eso. Otras veces son textos que tienen tanta potencia que nos interesa que circulen en español, es lo que nos ha pasado con las traducciones, nos parecía importante como misión hacer llegar ese texto que nos mueve. No hay un criterio único, sino sobre todo es casi una necesidad.

 

¿Cómo es el proceso de edición de un libro objeto? 

D: Depende mucho del proyecto. Por ejemplo, los primeros requerían mucha intervención nuestra manual, como Un día, que incluye una caja donde iban las postales que armamos nosotras, las plegamos, les pegamos los stickers… En las traducciones, el diseño no llevaba tanto tiempo, pero sí el trabajo previo de gestión, de conseguir el texto, pagar los derechos, corregirlo y demás.

F: Aún nos lleva mucho tiempo la parte en la que el libro está hecho y hay que llevarlo a imprenta. En cada uno hemos probado distintas técnicas de impresión, lo que nos ha llevado a aprender cómo se prepara un texto para determinado método. Lo vamos haciendo por las ganas y el gusto, no contamos con más apuro que ese, además las dos tenemos nuestros trabajos, seguramente eso extiende el tiempo.

 

¿Por qué “Cielo Invertido”?

F: Alguna alusión a Luis Alberto Spinetta para mí era importante. No solo es esa referencia, sino que había un juego de sentido con trastocar los órdenes, invertir los sentidos.

D: Trastocar el orden de las cosas también es encontrarse con lo inesperado, y un poco es eso lo que hacemos, buscamos sorprender, desorientar, que no sea lo esperado.

 

¿Próximas metas? 

F: Seguir construyendo libros, esto que hacemos. No tenemos ni grandes objetivos ni metas, tampoco grandes ambiciones. Los premios fueron una sorpresa y un honor, pero no vamos detrás de eso. Ni siquiera tenemos grandes metas comerciales. Van sucediendo cosas sin que nos las propongamos. Queremos seguir disfrutando de esto sin que se vuelva entrar en una lógica que le quite el gusto. No querríamos dejar nuestros otros trabajos para dedicarnos solo a esto, que implica mucho tiempo y no tiene rédito económico. Entonces es un gusto, es muy vital, nos salva en algún punto.

CAFÉ CON MANDARINA

Las oficinas de Cielo Invertido son las casas de sus fundadoras, por eso Mandarina, la perra de Flavia, es parte del equipo. A las dos les gusta el café, pero cuando están trabajando juntas, toman mate.

Para 2023 planean editar al menos cuatro títulos. Comentan que cada vez que presentan un libro, invitan a otras editoriales independientes a que pongan su mesita. “Se está haciendo un montón y nos parece importante que se vea”, dice Dolo, y Fla agrega: “Más que independientes, somos editoriales interdependientes”.

 cafe con cielo invertido

*Publicado en revista Convivimos. Diciembre 2022.