“Lo pienso como un jugador de fútbol, no me pongo a pensar en ser titular, me trazo la meta de entrar y meter un gol. Espero mi chance y trato de aportar”, confiesa Alan Sabbagh (34). Así se lució en Vecinos en guerra (Telefé); y en Masterplan, Vino para ro-bar y 20.000 besos, en cine. Dice que la empatía que se genera entre el actor y el público es el guiño a lo cotidiano: “Es donde la gente siente que podría reaccionar igual en tal o cual situación”. En muchas de sus actuaciones hace reír, aunque cuenta que él lo hace poco: “Pero cuando encuentro algo, me fanatizo. Me gusta reírme de cosas parcas, el humor a cara de piedra, sin acentuar el chiste, el remate seco”.
¿El último film que viste?
Luego de ver Lobo de Wall Street (2013), volví a ver After hours (1985). Me encantó. Soy fan de Martin Scorsese.
¿Una película que recomiendes?
Punch-Drunk love (2002), de Paul Thomas Anderson.
*Publicado en Revista Convivimos. Junio 2014.