Así lo asegura Leonardo Reale (40), director del Ballet Metropolitano de Buenos Aires y organizador del Encuentro Danzar por la Paz. “Como arte en movimiento, es el mejor puente para llevar un mensaje a todo los habitantes del mundo”, dice quien es miembro del cuerpo estable del Teatro Colón. “Ser bailarín es sentirse vivo, es soñar, crear, volar. Es estar preparado a perfeccionarse día a día, es una pasión que nos hace dejar todo por solo un segundo arriba de un escenario, para poder vibrar y sentirnos libres”. Sostiene que quien se acerque por primera vez a ver ballet se irá fascinado, porque “el movimiento tiene un atractivo visual que, de una o de otra manera, termina cautivándolo. El teatro, en conjunto con la luz, la escenografía y la música hacen un combo que lo hará irresistible”.

¿El último espectáculo de danza que viste? 

Trilogía Neoclásica, por el Ballet del Teatro Colón, y el último estreno de Mauricio Wainrot con el Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín.

*Publicado en revista Convivimos. Octubre 2015.