La magia, las acrobacias y la danza se instalaron en la ciudad y ENREDACCIÓN visitó el detrás de escena de un circo del siglo XXI. Instantáneas de un lugar mágico.
Al mes de ingresar al Circo Tihany, Cristina Kastraven (31) aprendió a hablar español para poder conversar con un acróbata paraguayo del que se enamoró, Marcelo Marecos. Nacida en la República de Moldavia, sólo hablaba ruso y él sólo español. Resultado: ella se metió con el español y sacó la historia adelante. Cristina y Marcelo se conocieron hace siete años y están por cumplir dos de casados. En el show, ella es bailarina y la protagonista de un número de acrobacia área en un aro que se eleva a más 8 metros de altura. Cristina siempre sonríe.
Como ellos, muchos de los artistas y trabajadores del circo conocieron a sus parejas en la carpa redonda de color rosa. Al Tihany lo integran 123 personas y se conformaron ocho familias. Incluso, algunos de sus integrantes provienen de otras familias cirquenses, como Marecos, que es la sexta generación de una, o Emiliano Friguglietti, el payaso, que es hijo de una equilibrista.
Los hijos en la vida de Cristina aún no están en los planes: “No puedo tener hijos porque estoy trabajando todo el tiempo, tendría que parar”, comenta y detrás de las pestañas postizas, en sus ojos brilla la pasión por su oficio. Sin embargo otros compañeros sí tienen sus descendientes dando vueltas detrás del escenario, viendo e imitando a sus padres y “tíos”. El futuro revelará si alguno de los 14 niños y adolescentes demostrará sus destrezas bajo las luces de la pista.
También están los que viajan solos, no vienen de familia de circo y la vida rodante recién empieza, mezclando la emoción de hacer lo que les gusta y de extrañar los afectos que quedaron en algún punto del planeta. Rafael Márquez tiene 24 años, es acróbata y hace tres que se sumó a Tihany. Asegura que donde se instale la carpa, él lleva su computadora. “Es para comunicarme con mi familia que está en San Pablo”, confiesa este brasilero, quien, no obstante, dice que viajar y conocer lugares es uno de los aspectos positivos de esta vida.
Pero no todos viven en el circo. Son más lo que están afuera: ocupan 30 habitaciones de hotel.
El espectáculo que presenta Tihany Spectacular se llama “AbraKdabra” y son más de dos horas de show que mantiene entretenido al público entre acrobacias, coreografías estilo “Broadway y Las Vegas” y un número de ilusionismo que impresiona al hacer aparecer un helicóptero o hacer desaparecer a todos los artistas del escenario.
*Publicado en el sitio de noticias digital ENREDACCIÓN el 2 de mayo de 2017.