“NO HARÍA NADA PARA SER MÁS EXITOSA”. JUANA MOLINA

Conocida como humorista de la televisión, desde hace treinta años afirma su vocación de música. Acaba de crear un sello discográfico y ya está pensando en un nuevo disco.

Fotos: Mario Agustín González

De niña, Juana Molina pasaba horas escuchando música en el tocadiscos familiar, lo hacía sola y le apasionaba. Todavía recuerda vívidamente el living de su casa, donde estaban el equipo y la discoteca con estantes diferenciados para ella, su hermana y sus padres. “A veces cambiaba los de otros a mi casillero”, confiesa. Sonaban The Beatles, a partir de Sgt. Pepper’s, Ravi Shankar, George Harrison en la India, un par de João Gilberto y uno de Ella Fitzgerald en vivo que lo ponía sin parar para aprenderse los scats que ella cantaba. “A esa edad escuchaba muchos géneros. No tenía una discoteca gigante, sí discos muy diferentes pero puntuales, no cualquiera. A esos los gasté, aún hoy los conozco de memoria”, cuenta. Se refiere a 1972, año en el que descubrió Musicasión 4 1/2, un disco de músicos uruguayos que le había regalado el propio Eduardo Mateo a su papá, el tanguero Horacio Molina. Desde entonces guarda la copia autografiada con recelo. Ahora, encontró la manera de compartir el tesoro.

En plena pandemia, un llamado cambiaría el rumbo de la cuarentena para Juana y Mario González, su socio, ambos fanáticos de Mateo. A él le regalaron las cintas originales de ese material y juntos se las ingeniaron para crear Sonamos, un sello discográfico para reeditarlo. Además, se cumplía el vigésimo aniversario de Segundo, el número dos de su carrera, y se les ocurrió celebrarlo con un relanzamiento. “Estoy feliz, porque es el disco más importante, me ayudó a encontrar mi camino, es con el que mostré por primera vez mi personalidad, la semilla de lo que vino después”, comenta por videollamada desde su casa en General Pacheco, a unos 40 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires.

Antes de dedicarse a la música, Juana mostró en la televisión sus dotes de comediante disruptiva e histriónica. Primero en La noticia rebelde, de allí con Antonio Gasalla y luego en su propio programa, Juana y sus hermanas. A pesar de la popularidad que logró con sus personajes, sabía que esa no era su vocación, y al enterarse de que estaba embarazada, abandonó para siempre los sets en 1993.

¿Por qué armar un sello?

En la pandemia estuvimos hablando con Mario sobre cómo se producen las cosas. Nos habían llegado las cintas de Musicasión y él se acordó del aniversario de Segundo y me propuso hacer una reedición con un libro que contara la historia del disco. Sobre todo para desmitificar la idea sobre mí de actriz caprichosa que quiso dejar la actuación por la música y que tuvo todo servido, porque eso no fue así, más bien lo opuesto. Nos dejamos llevar y armamos el sello para hacer las cosas como se nos cante, sin protestar después porque se editó mal o porque el papel no es lindo. Así que nos pusimos muy meticulosos, cuando nos llegaron revisamos uno por uno para descubrir desperfectos y los lavamos para sacarles el polvillo de la fábrica, para que quien compra semejante objeto para ponerlo en su púa lo sienta inmaculado. También lo creamos para contradecir la idea arbitraria y sin fundamento de que el disco está obsoleto, de que si no es digital no va. No quiero atacar a las plataformas digitales, pero quiero defender el disco, porque con una sola copia lo pueden escuchar cientos de miles de personas. Volvió con todo el vinilo, hoy las tapas son de colección, y a mí me gusta sentarme a escuchar un disco, no poner play y que suene lo que Spotify quiera.

¿Cuál sería la idea correcta? 

Lo que no era correcto era la idea de la actriz de televisión exitosa que deja el programa para hacer música. La gente piensa que por trabajar en la tele está llena de guita, entonces hace esto porque se lo puede pagar. Más el enojo de la prensa porque abandonara la televisión para hacer algo que no le interesa a nadie. Ahora ya pasó, pero los años en el medio fueron difíciles, lo bueno es que cuando tenés una historia terrible, luego te quedan unas anécdotas buenísimas. No sabría definirme bien. Soy alguien que dejó una carrera televisiva para dedicarse a lo que realmente le gustaba. Lo interesante de cualquier artista es que tenga algo propio que decir, después viene el resultado o el éxito, pero yo no haría nada para ser más exitosa. No hago concesiones.

¿Estás conforme con tu carrera?

Comparado con otros éxitos, no tengo nada. Es exitosa la carrera porque no todo el mundo de este lado del hemisferio tiene la suerte de recorrer el mundo como lo he hecho estos años con mis canciones. Hice un camino muy lento, no fui por las avenidas, fui por los caminos que encontré.

¿Tu vocación siempre fue la música?

Siempre lo supe, pero no me animaba, me daba miedo, no soy una persona lanzada. Además, soy de una generación donde no estaba la exposición desde tan chicos, hoy la juventud tiene otra actitud frente al manejo de las cámaras y a estar expuesta. A mí todo eso me parecía imposible, no podía soportar que alguien me oyera, era algo que hacía para mí.

¿Cuándo tomaste confianza?

Con la infinita cantidad de shows que hice. Me llevó bastantes años, recién en 2005 empecé a sentirme más cómoda y suelta. Después fui mejorando cada vez más.

¿Hay algún otro disco tan importante como Segundo? 

Los más importantes son SegundoSon y HaloSon es la adultez de Segundo, es Segundo pasado por la experiencia de tocar en vivo. Lo lancé en el año 2000 y tres años después una discográfica me llamó para reeditarlo, entonces fue como una reinterpretación de las canciones. En esa manera de tocarlas descubrí otra manera de componer, y eso está en Son. Si me hubiera dado cuenta de cómo hacer ciertas cosas en SegundoSon sería igual. Halo fue más sólido en la contundencia del sonido, hay fragilidad pero que se mueve entre columnas muy poderosas. Además, al grabarlo en un estudio con muchos instrumentos, me encontré con sonidos que no conocía, así la tímbrica está más ampliada que en los demás.

¿En las portadas de los discos aparecen personajes?

¡Sí! Lo que no voy a abandonar nunca es el humor, y me parece que una tapa tiene que impactar, ser algo más que una linda foto, que cuando la mirás te pase algo, aunque sea rechazo.

Vendiste los discos de Juana y sus hermanas por Instagram. ¿Fue cerrar una etapa? 

No, era pandemia, nadie trabajaba, estábamos haciendo orden con mi socio, porque él me pedía hacer un archivo de mis discos, y así aparecieron esas copias que después vendimos. ¿Para qué me voy a quedar con diez discos muertos? Que los tenga quien los quiere tener. Fue un poco de limpieza, con tener un par de cada uno, ya está.

¿Coleccionás discos? 

No colecciono nada, junto cosas, que es distinto. Si encuentro un pedazo de madera que creo que me sirve para algo, me lo traigo.

¿Se viene nuevo material? 

Pretendo arrancar en estos días, vamos a ver si puedo. Cada vez tengo más grabaciones para empezar, aunque después no use ninguna, pero necesito ideas para poder entrar a un ritmo. Después van pasando solas las cosas, pero para que pasen, tengo que encerrarme en el estudio, no puedo distraerme.

¿Seguís siendo muy exigente?

Más que antes. Si bien en todos los discos a partir de Segundo hay una conexión, al escuchar te das cuenta de ciertas similitudes, es la misma persona la que lo está haciendo, cada vez es más difícil encontrar algo nuevo que decir. Después aparece, pero antes de ponerme a hacerlo siento que no tengo nada que decir, solo poniéndome a hacerlo aparecen las ideas nuevas.

SUENA 

Además del compilado con los musicales de Juana y sus hermanas, Molina editó ocho álbumes entre 1996 y 2019: Rara, Segundo, Tres cosas, Son, Un Día, Wed 21, Halo y el EP Forfun. También en 2020 publicó su primer disco en vivo, ANRMAL, grabado en el Festival NRML en México.

Entre los personajes que creó para la tele, estaban Marcela Balsam, la modelo; Estefi Grasa, la tenista; y Ruth, la psicóloga. Si ella tiene que elegir, se queda con Gladys, la cosmetóloga.

invitada juana molina

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

invitadfa juana

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

*Publicada en revista Convivimos. Agosto 2022.