“EL MALAMBO ES IR PARA ADELANTE”. MATÍAS JAIME

“Somos una unidad, vamos como los caballos, todos juntos al galope”, dice Matías Jaime, el director de Malevo. Aunque en el escenario sean 21 personas, entre bailarines y músicos, ellos se sienten uno. Por eso, en los ensayos se trabaja la conexión, porque además de saber las coreografías, los movimientos deben ser precisos, cada uno en su posición y con máxima concentración para no lastimar a un compañero.

El malambo es la especialidad del grupo, y lograron una identidad propia. “Partimos de lo tradicional para empezar a armar los cuadros coreográficos, luego está la estética, jugar con las luces y pantallas. Sin embargo, es necesario tener cuidado con la fusión, si se mezcla mucho, no es ni una cosa ni la otra”, explica.

Dice que el carácter distintivo de esta danza folklórica es la fuerza, la garra. “El malambo es ir para adelante. Zapatear exige una resistencia física que no es fácil de llevar, es casi atlético, pero hay una cosa por dentro, que por más dificultades que tengas, te hace seguir”. Además, sostiene que impactan no solo por la destreza que despliegan, “sino por lo humano y sanguíneo. Al ser raíz y sentimiento, podés darle diferentes tonos al espectáculo, pero es verdadero”. Él, cuando baila, desborda de pasión y se siente libre.

¿Un recomendado? 

Farruquito, bailarín de flamenco.

Convivimos mayo 21-Artes E+V

 

 

 

 

 

 

*Publicada en revista Convivimos. Mayo 2021.