PAULINA COCINA: UNA ROCKSTAR CON DELANTAL

Paulina abrió su cocina y se metió en la casa de millones de personas con recetas y consejos. Espontánea y divertida, es una rockstar que hace del freezer su mejor instrumento y de Internet su gran escenario.

Fotos: Nicolás Pérez – Estilismo: Sofía Pérez y Santía

Paulina Cocina es la reina de YouTube. Al menos llegó primera, y luego de compartir su receta de pastel de papa en la web, el proyecto se fue horneando hasta convertirse en un menú estrella de Internet.

No es chef ni cocinera profesional, simplemente ama cocinar. También sabe que lo audiovisual es su lugar y se define como “creadora de contenidos”. Así, siendo una estudiosa de los datos duros detrás de cada plataforma y permitiéndose disfrutar de su pasión, lo que empezó como un juego se convirtió en una comunidad que suma tres millones de suscriptores en su canal, más de cuatro millones de seguidores en el resto de las redes sociales y un sitio web con una cantidad de visitas mensuales que si fuera la televisión, superaría los 20 puntos de rating.

Apareció en 2009 como un anagrama del nombre real de su creadora, quien intentaba que el mundo académico al que pertenecía por aquel entonces no descubriera que además de socióloga en España era una incipiente youtuber. Carolina, la mujer detrás del éxito, nació en 1978, es de Quilmes, Buenos Aires, fanática del rock y buscadora de tréboles de cuatro hojas.

Se declara perfeccionista con el trabajo. “Me gusta que salga como yo quiero e ir hasta lo más alto donde pueda llegar”, describe. Además, tiene la certeza de que Internet es un terreno donde “cocodrilo que se duerme es asado” y que nadie está preparado para el futuro cibernético. Por eso, no planea escribir sobre el tema, porque es información que a los dos meses se puede vencer. En cambio, sus secretos de cocina saltaron de la pantalla al papel y acaba de lanzar Meal prep, un libro sobre una de sus series más exitosas. “Es el modo en que yo me organizo desde los 20 años, cuando me mudé sola. Le cuento a la gente qué se congela, qué no y cómo hacer para optimizar tiempos”, explica. En su casa, conserva los tomos de cocina de toda la vida y se los sabe de memoria, como unos fascículos coleccionables del Gato Dumas y de Blanca Cotta, a los cuales recurre cada tanto. Para buscar recetas nuevas, usa el celular.

¿Dónde la pegaste? 

Paulina Cocina salió del disfrute más genuino. No entiendo muy bien dónde la clavé, pero tengo claro que sé cómo se maneja Internet, sé qué pide y qué hay que hacer, no toco de oído. Por lo menos en este momento, no significa que lo vaya a saber toda la vida. También identifiqué que la gente no se siente intimidada por mí, porque básicamente no sé más que su tía. No sé si es el humor o la forma de explicar la cocina, tal vez les gusta cómo explico, porque no doy por sentado que saben cosas y detallo todo. Hay como algo mágico, no entiendo muy bien qué es lo que tanto atrae, prefiero no analizarlo y decir ¡qué suerte!

¿El desafío es mantenerse?

De momento no lo es, no me preocupa, pero sí estoy atenta. Soy consciente de que no te podés relajar y de que en Internet no tenemos experiencias previas, somos los primeros en hacer lo que hago. Entonces miro lo que pasa, a los demás que hacen cocina, a quienes están desde hace un poquito más. Al mismo tiempo, intento no darle tanta bola, relajarme y hacer lo que a mí me dan ganas, lo cual me parece que tiene que ver con que te vaya bien.

¿Qué cambió desde el primer video hasta hoy?

Una parte cambió un montón, otra no y espero que no lo haga. Cambió que son años de experiencia, podés tener cinco años como contador y no es nada, pero en Internet es muchísimo. Con esa experiencia, más o menos ya sé cómo les va a ir a los videos, por suerte a veces me equivoco y está buenísimo que eso pase, porque si no, me aburro. Pero también hay contenidos a los que les va a ir mal y no me importa, los saco igual. También aprendí sobre el proceso de producción de los videos, es superdiferente a lo de antes, los pienso de otra manera para optimizar. Lo que continúa exactamente igual y espero no se vaya nunca es el entusiasmo de “Ay, voy a planear una nueva serie, voy a probar tal cosa” y la adrenalina cuando sacás un video nuevo, estar pendiente de qué comenta la gente, cómo lo ve.

¿Cuál es tu aporte al camino del youtuber?

Me gustaría pensar que muevo la estructura. La realidad es que las diez cosas más exitosas que hice en Paulina Cocina han tenido que ver con cagarme en todo. Ese cagarse en todo, como cantar una canción ridícula arriba que relate la receta, es positivo, abre puertas a no quedarse encerrado en “Te doy una receta y hay que decirla así”. Creo que hemos abierto –no solo yo– esas puertas para que la gente haga contenido y un poquito lo que quiere. Además, me subo la vara todo el tiempo, no me conformo, no me da igual y me gusta que sea así. Amo que sea un sitio enorme y sentir que no me quedo cómoda con lo que estoy haciendo. Me parece que está bueno, incluso para los demás.

Jugabas a Utilísima, ¿lograste el propio?

Sí y no. No, porque por más que cocino y me siguen mujeres, mi contenido no está dedicado al hogar ni a la mujer exclusivamente, ni apunta a “organizarte la vida”. Lo mío es diferente, es “A mí me sirve, a ver si a vos también”, que no es lo mismo que bajar línea de cómo armar tu casa. Igual soy superconsciente de que hay toda una generación que está aprendiendo a cocinar con mis videos. No lo puedo creer, cada vez que lo pienso me parece enorme.

CON SABOR

Si bien hubo un tiempo en que no paraba de tejer, cuando tiene un rato libre, Paulina cocina. Lo hace desde chica y le encanta, porque le permite concentrarse y crear. “Igual sé hacer un motón de cosas, soy completísima, un partidazo”, bromea. Está casada con un psicólogo colombiano que conoció en Barcelona y con quien tiene dos hijos.

Dice que no tiene un equilibrio que mantener entre la vida real y la Paulina de las redes. “Soy una desequilibrada –responde entre carcajadas–, me relajo, yo soy yo, este es mi trabajo, mi pasión, lo disfruto, no tengo ningún conflicto con eso”.

Cree que con la suerte no alcanza y se confiesa atea, aunque devota de San Expedito. Asume sus contradicciones y sostiene que es mejor no aferrarse de las seguridades. “Siento la duda como una virtud. ¡Qué cuadrada sería una persona que resiste a un archivo! Permitirse dudar está bueno y es lo que corresponde en esta época”.

¿Sabor y practicidad son sinónimos de cocina? 

Practicidad no necesariamente, es algo que tiene que ver con la necesidad de tiempo y la posibilidad de comer casero viviendo en las ciudades. Pero la cocina no tiene que ser práctica, es más, si puedo, disfruto dedicarle horas. Mientras que el sabor es todo. No me importa si es sana o no, la cocina en que la prioridad no es el sabor no me interesa.

¿Sano y saludable no son tu línea?

Voy más en esa línea que cualquiera, porque está instalado que lo saludable es prohibitivo, no comer esto o lo otro, y estoy segura de que comer más saludable no tiene que ver con comer tal o cual alimento, sino con cocinar. Comprá una milanesa de soja en el supermercado, no tendrá harina, pero seguro tiene miles de químicos. Para comer saludable hay que cocinar, después ves qué tipo de alimentación querés. Es un concepto que me molesta y con el cual lucho. Siento que aporto a que la gente coma mejor, porque cocina más y se divierte, la pasa bien. Tampoco se siente exigida, no hay alguien atrás diciendo “Azúcar no”… No pasa nada, comé una torta, pero hacela vos, no te compres un alfajor. Lucho contra la idea de que determinados alimentos, por ejemplo las verduras, son saludables y es lo único que son. ¡No! Primero son ricas. Es una puerta de entrada diferente que conduce al mismo lugar, sin hacerte sentir mal. A lo saludable se puede entrar desde el sabor.

¿En qué te cambió la vida Paulina Cocina? 

Lo más fuerte es hacer algo que me apasiona. Es lo que más me cambió, creer de verdad en lo que hago, disfrutarlo y no tener que esperar al viernes para relajarme, para mí todos los días están buenos. Lo agradezco enormemente porque sé que no le pasa a todo el mundo. Y otra cosa que me cambió es la relación con el público, me hace refeliz. Nunca pensé que iba a decir esto [se ríe vergonzosa], me parece lo más cursi, pero te juro que es así. Me gusta mucho leerlos, la relación, a veces me cuelgo hablando con alguien, es lindo que haya gente que mira lo que hacés, le guste y te responda.

¿El éxito es hacer lo que te gusta y pasarla bien? 

Se la puede pasar mal, pero hay que tener cuidado en que no te coma el día a día. El éxito es construir lo que querés, en realidad, es saber lo que querés, después el resto es fácil, es apretar botones y trabajar para eso. Lo más difícil es saber genuinamente qué deseás.

¿Estás con ganas de hacer otras cosas?

Sí, dormir… Todo está relacionado a Paulina Cocina, no hay nada fuera de eso. Tengo ganas de hacer mejor las cosas que hago, y para eso necesito que me ayuden. No solo por cuestiones de tiempo, sino que hay gente profesional en lo suyo que hace mejor las cosas. Cuando lográs cierta estructura como yo, el secreto está en trabajar con el equipo adecuado, no en ser genial vos, sino en juntarte con gente genial.

¿En qué lo sos? 

En la creación de contenidos, pensarlos. A veces me apoyo en otras personas, pero en eso soy la ama y lo acepto. Después en poner la cara, en eso no es que soy genial, sino que soy Paulina, y si quiero serlo, la cara tiene que ser la mía.

PING-PONG

Un juego: Cooking Madness y el chinchón.

Un youtuber: Contrapoints.

Un roquero: Charly García.

Una comida con la que agasajes: Cualquier cosa con verduras.

Si fueras un alimento: Un tomatito.

Si fueras un utensilio: Cuchillo, útil, pero peligrosa…

CNV 347 - TAPA

 

 

 

 

 


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*Nota de tapa revista Convivimos. Mayo 2021.